En la jornada de hoy era una prueba de fuego para cambiar actitud, para cambiar personalidades, para enfocarnos en lo que nos interesa sumar de a tres y el director técnico César Vigavani lo consiguió.

Mandó sus guerreros para que pudieran luchar arduamente vimos un fútbol totalmente diferente vimos un equipo que no dejó de buscar el gol que le diera el triunfo, vimos un equipo que pudo mantener las líneas defensivas ordenadas un mediocampo agresivo y dos delanteros con la necesidad de anotar un gol.
No vamos a lanzar campanas al aire pero sí vamos a asegurarnos de que este Motagua empieza a transformarse en el súper ciclón que todos necesitamos volver a ver el equipo arrasador, un equipo avasallador con fútbol con cátedra y con lucha como el esfuerzo que los caracteriza por la historia de jugadores entregados a la camisa del azul profundo. Por mantener el escudo limpio y orgullosos de portarlo cerca del corazón y eso fue lo que nos demostró hoy Walter Martínez cuando de cabeza anota el gol que le dio el triunfo que le dio esos tres puntos necesitados al azul profundo Motagua.

Anoten en la historia que el primer partido del emperador César lo ganó en las colinas Danlí un estadio que ha vivido, grandes momentos para el azul profundo. Y hoy no se quedó atrás hoy se escribe una nueva parte de este proceso, de este sueño de alcanzar la copa 19 para la afición motagüense hoy es una noche de paz, hoy es una noche de regresar a casa contentos porque vieron ganar nuevamente a su equipo, porque volvieron a celebrar Tres puntos porque como dicen por ahí muchachos nos volvimos a ilusionar.