Desde los ocho años defiendo los colores de Motagua

y ahora, desde el banquillo a seguir con el amor por defender los colores que me vieron nacer en mi vida deportiva.

 Así lo recordaba el asistente técnico Junior Izaguirre con su tablero en mano acompañado de un silbato, coordinando los movimientos tácticos que realizaba el cuerpo de jugadores en el inicio de esta pretemporada del mimado.

Recordó sus 364 partidos vestido de azul profundo lo que representa cada una de sus finales disputadas como un defensa central que solo tenía un objetivo, defender con alma el club de su corazón.

Junior sabe que los tiempos son diferentes, pero no separa la frase que ¡el amor a Motagua debe ser siempre el mismo! La misma entrega y pasión en cada jornada deben llevar los jugadores, aun los que vienen llegando deben saber y asimilar que ya están aquí y por ende deben sentir que los colores del mimado de la afición se respetan y se defienden con el corazón.

El asistente técnico, hizo memoria cuando inauguraron el complejo Pedro Átala Simón, él era un juvenil del equipo azul, rodeado de grandes jugadores que le enseñaron lo que significaba jugar en Moatgua. Ahora es mi turno de llevarlo a ellos por ese camino del éxito.